La tienda de tatuajes más antigua del mundo funciona desde 1300

Según el sitio web de la empresa, la familia Razzouk abandonó Egipto hace 500 años para peregrinar a Tierra Santa y se quedó para dedicarse al negocio. Los antepasados ​​de Razzouk eran cristianos coptos, una comunidad etnoreligiosa de Egipto. Los tatuajes eran comunes en su tradición, a menudo en forma de cruz copta. Para los cristianos coptos, fue una muestra permanente de su fe. En algunos casos, el tatuaje fue una rebelión audaz contra el poder gobernante islámico después del 640 EC que forzó activamente conversiones. A los cristianos que no se convertían al Islam se les tatuaba la cruz y se les exigía pagar un impuesto religioso.

Al mismo tiempo, las iglesias cristianas a menudo buscaban la cruz antes de permitir el ingreso de clientes a sus iglesias para asegurarse de que fueran verdaderos seguidores de la fe cristiana. Así comenzó la tradición tatuadora de la familia Razzouk, en el año 1300: tatuando a otros coptos.

Trajeron la costumbre desde Egipto, al darse cuenta de que ya existía una cultura del tatuaje en Jerusalén. Muchos peregrinos que viajaban a Tierra Santa deseaban recibir cruces con tinta permanente y otros motivos religiosos para marcar la importancia de su peregrinación antes de regresar a casa.

“He tatuado a cristianos, palestinos, etíopes, israelíes; lo creas o no, he tatuado a un judío ortodoxo con mechones”, dijo Wassim Razzouk, en una entrevista de 2022 con The New York Times. “He tatuado a monjas, ateos y obispos”.

Razzouk dijo que su padre le enseñó el arte del tatuaje, a quien le enseñó su padre, Yaqoub. El abuelo de Razzouk fue el primer tatuador en Israel en utilizar una máquina de tatuar eléctrica (alimentada por una batería de automóvil) y el primero en agregar color a los tatuajes. Razzouk tenía 33 años cuando aprendió el arte en 2007 durante una ajetreada temporada de Pascua. Ningún pariente de su generación se había dedicado al oficio. “Sabía que si no fuera por mí la tradición desaparecería”, dijo. Tatuó a sus primeros clientes, 25 peregrinos, en una sola sesión.