Algunas personas siempre caen bien pero otras poseen un gran carisma. Aquí te mostramos cómo puedes reconocer y lograr la diferencia.
Es posible reconocer a alguien carismático en el momento en el que pone un pie en algún lugar. No es sólo que te caigan bien, es que llaman la atención. Automáticamente te energizan y te motivan a moverte, a tomar decisiones. ¿Qué es lo que tienen? En resumen, si bien es fácil que te caigan bien, es mucho más que sólo eso. Pero ¿nacemos carismáticos o aprendemos a serlo? La respuesta es probablemente un poco de ambos, aún así, las personas carismáticas nos inspiran y nos mueven a hablar.
Es probable que tengas algunas características carismáticas que puedan ser desarrolladas para ayudar a atraer e inspirar a aquellos que te rodean. Si aspiras a ser carismático, aquí hay una lista de los comportamientos que deberías desarrollar.
1. Las personas carismáticas transmiten felicidad.
Lo primero que puedes notar sobre este tipo de personas es esa chispa de vida que tienen. Sean tranquilos o rebeldes, muestran una gran pasión que genera emociones poderosas en quienes los rodean. Incluso cuando están enojados, hacen que la gente se sienta feliz de unirse a sus causas. Muestran el placer que les causa diversas experiencias e invitan a otros a compartirlas.
Aumenta tu carisma compartiendo lo que te apasiona con quienes te rodean y ayudándoles a descubrir sus propias pasiones.
2. La gente carismática inspira seguridad.
Parece ser que las personas carismáticas tienen el mundo en su poder. Su autoestima y seguridad se muestran fuertes, incluso cuando no lo son. Creen en sus habilidades, en su conocimiento y en su valor. También están consientes de la línea entre tener autoestima y ser egocéntrico y por ello, nunca ignoran a las personas a su alrededor.
Aumenta tu carisma dejando de lado tus inseguridades y concentrándote en tus fortalezas. Comparte tu sentimiento de seguridad con otros para que se sientan más fuertes.
3. Las personas carismáticas muestran convicción.
Los momentos en los cuales el carisma es más evidentes es cuando estas personas lideran algún tipo de movimiento. Cuando estas personas creen en algo y lo comparten con otros. Su convicción y acciones consistentes hacen que los demás los sigan y, por supuesto, estos dedicados seguidores incrementan la energía que emana de estos líderes. Por otro lado, la apatía mata el carisma y lo que pueda crear.
Para aumentar tu carisma, se diligente y comprometido. Inspira a otros ayudándolos a involucrarse en una causa común.
4. Las personas carismáticas son grandes narradores.
La gente no sigue a alguien simplemente porque les dan la orden de hacerlo. Hacer que alguien se mueva requiere un contexto y motivación y para ello, las historias son una de las formas más efectivas para llegar a las emociones y acabar con la inercia. Estas personas tienen un talento para llegar al centro de las cosas y direccionarlo hacia crear las acciones que se necesiten. Su voz, inflexión y manera de hablar son placenteras y fáciles de escuchar. Tienen la habilidad de expresar situaciones dramáticas e intrigantes que hace que la gente quiera seguir escuchándolos.
Aumenta tu carisma aprendiendo a crear y contar historias llenas de sentido y emoción. Practica las artes del humor, las metáforas y el simbolismo para que te sea posible entretener al mismo tiempo que informas a alguien.
5. Las personas carismáticas son empáticas.
Mucho se ha hablado sobre la habilidad de Bill Clinton de hacerte sentir como la única persona en el planeta cuando te habla. Este es un talento que las personas carismáticas poseen. Instintiva y genuinamente te ponen atención con sus ojos, orejas y alma; olvidándose de ellos mismo. Te hacen reír, te hacen sentir escuchado, fascinado, a salvo o interesante. No es la misma sensación en cada caso, pero las personas conectan con ellos generando emociones positivas.
Para aumentar tu carisma, concentra toda tu energía y atención en la persona que tienes al frente. Calla tu voz interna y conéctate para que todo lo que veas, escuches y sientas sea la energía y la información que la otra persona quiere compartir.