\nReunimos a los diez ancianos juntos, y fue en este lugar tan humilde donde comenc\u00e9 a dirigir a los kaddish. Hacia el final del servicio, se abri\u00f3 una puerta en la parte trasera de la lavander\u00eda, y quien entra, pero el senador Joe Biden, con la cabeza baja, solo.<\/p>\n
Casi dejo caer mi libro de oraciones en estado de shock.<\/p>\n
El senador Biden permaneci\u00f3 en silencio en la parte de atr\u00e1s de la sala durante la duraci\u00f3n del servicio.
Al final del kaddish, me acerqu\u00e9 a \u00e9l y le hice la misma pregunta que debe haber estado en la mente de todos los dem\u00e1s:<\/p>\n
“Senador Biden, \u00bfqu\u00e9 hace aqu\u00ed?”<\/p>\n
Y \u00e9l me dijo: \u201cEscucha, en 1972, cuando me postul\u00e9 para el Senado, la Sra. Greenhouse dio $ 18 a mi primera campa\u00f1a. Porque eso es lo que ella pod\u00eda pagar. Y cada seis a\u00f1os, cuando me postulaba para la reelecci\u00f3n, ella me daba otros $ 18. Ella lo hizo toda su vida. Estoy aqu\u00ed para mostrar mi respeto y gratitud “.<\/p>\n
Ahora, el n\u00famero 18 es significativo en la fe jud\u00eda: sus n\u00fameros explican la palabra hebrea chai, como en “\u00a1a la vida, a la vida, l’chayim!” Pero tambi\u00e9n es una cantidad humilde. Joe Biden lo sab\u00eda. Y \u00e9l respet\u00f3 eso.<\/p>\n
Ese d\u00eda no hab\u00eda medios de comunicaci\u00f3n a nuestro servicio, ni reporteros jud\u00edos ni dignatarios importantes. Solo unos pocos dolientes mayores en una lavander\u00eda en el s\u00f3tano.<\/p>\n
Joe Biden no acudi\u00f3 a ese servicio para obtener ganancias pol\u00edticas. Lleg\u00f3 a ese servicio porque tiene car\u00e1cter. Vino a ese servicio porque es un mensch.<\/p>\n
Y si necesitamos algo ahora mismo en lo que respecta al liderazgo de nuestro pa\u00eds, necesitamos un mensch.<\/p>\n<\/blockquote><\/div>\n