10 dioses y diosas aztecas importantes

El sistema de creencias azteca era extenso, con más de 200 dioses y diosas que influyeban en las prácticas religiosas del pueblo. Sin embargo, un puñado de dioses fueron particularmente influyentes en la mitología azteca. Aquí están 10 de los principales dioses aztecas que fueron fundamentales para su cultura.

1. Chicomecōatl

La gente veneraba a la diosa azteca del maíz, Chicomecóatl, como proveedora de sustento y abundancia agrícola. Desempeñó un papel vital en los rituales y ceremonias aztecas relacionados con la siembra.

Los agricultores y las madres jóvenes la adoraban, buscando sus bendiciones para cosechas abundantes y niños sanos.

2. Coatlicue

La madre de los dioses, Coatlicue era un dios de la fertilidad y el dios patrón de la tierra que representaba el ciclo de la vida y la muerte. La gente a menudo la representaba como una figura temible con una falda de serpiente, que simbolizaba la interconexión de la vida y el inframundo.

3. Huitzilopochtli

La gente veneraba a Huitzilopochtli, conocido como el dios sol azteca y dios patrón de los aztecas, como dios de la guerra, el sol y los sacrificios humanos.

Huitzilopochtli, una deidad central en sus prácticas religiosas, dirigió a los aztecas en sus migraciones y campañas militares. Los aztecas creían que este dios azteca libraba una batalla continua contra la oscuridad y un poder maligno invisible, simbolizando la eterna lucha entre la vida y la muerte.

4. Mictlantecuhtli

Mictlantecuhtli, el dios azteca de la muerte y señor del inframundo, gobernaba Mictlan, el reino de los muertos. La gente a menudo lo representaba como una figura esquelética que llevaba una máscara de calavera. Gobernó junto a su consorte, Mictecacihuatl, la dama de los muertos.

5. Tezcatlipoca

Uno de los dioses aztecas más importantes, Tezcatlipoca, era el dios creador, aunque la gente creía que era tanto creador como destructor.

La sociedad azteca asoció a este importante dios azteca, también conocido como el Espejo Humeante, con la hechicería, el destino y el cielo nocturno, creyendo que personificaba las dualidades del orden y el caos.

6. Tláloc

Como dios de la lluvia, Tláloc tenía un inmenso poder sobre la fertilidad agrícola del pueblo azteca. El pueblo azteca colmaba de devoción a este dios azteca y hacía ofrendas periódicas, reverenciandolo y temiéndolo por su poder de traer lluvias vitales o inundaciones devastadoras.

Antiguos rituales en honor de Tláloc tuvieron lugar en Cerro Tláloc, una montaña en el centro de México que pudo haber sido una especie de cronómetro solar o calendario azteca y ahora es un importante sitio arqueológico.

7. Quetzalcóatl

Uno de los dioses más importantes de la religión azteca, si no el dios azteca más importante, Quetzalcóatl era la deidad serpiente emplumada asociada con el viento, el aprendizaje y el conocimiento.

La gente también consideraba a este dios azteca como un símbolo de fertilidad y creación. Quetzalcóatl desempeñó un papel central en los mitos aztecas y a menudo aparecía como una figura benévola.

8. Xipe Tótec

El Desollado, Xipe Totec, era el dios azteca de la vegetación, la renovación y la guerra. A menudo se le representaba vistiendo la piel desollada de una víctima de sacrificio, simbolizando el cambio de piel durante la renovación de la vida, como es el caso de una serpiente.

9. Xochiquetzal

Como diosa azteca del amor, la belleza y la fertilidad, Xochiquetzal ocupaba un lugar central en la mitología azteca. La gente la asociaba con las flores, el placer y el parto, y a menudo la representaban adornada con prendas florales y joyas.

10. Xólotl

Xolotl era el dios azteca del rayo y la muerte, y a menudo aparecía como una deidad con cabeza de perro. Era una guía para las almas en su viaje al más allá y la gente lo asociaba con el planeta Venus, también conocido como estrella vespertina o estrella de la mañana.

Los aztecas creían que acompañaba al sol durante su viaje nocturno por el inframundo. En particular, los viajeros consideraban a Xolotl su protector, mirando a Venus en el cielo nocturno como símbolo de su ojo vigilante.