¿Por qué se inventaron las pestañas postizas?

A lo largo de la historia, las pestañas más largas han simbolizado la belleza y el atractivo. Anna Taylor no reclamó las primeras pestañas artificiales patentadas hasta 1911, pero la gente estaba obsesionada con la idea de hacer que sus ojos fueran más atractivos mucho antes.

Los antiguos egipcios, conocidos por sus extravagantes técnicas de maquillaje, buscaban conseguir unos ojos fascinantes enmarcados por largas pestañas. Para adornar sus ojos y protegerlos del fuerte sol, oscurecían sus pestañas naturales con kohl y otras sustancias. Hay evidencia de que tanto mujeres como hombres en el antiguo Egipto usaban cosméticos.

Las mujeres de la antigua Roma también usaban kohl, junto con corcho quemado, para acentuar sus ojos. Y en la corte de la reina Isabel I, las mujeres usaban bayas para teñir sus pestañas de un tono similar al del cabello de la reina, que en ese momento era un tono rojo novedoso.

La gente no estaba menos obsesionada con sus pestañas cuando llegó la época victoriana. Eugene Rimmel, perfumista de la reina Victoria y eventual fundador de la marca de maquillaje Rimmel, creó la primera máscara de pestañas a partir de polvo de carbón y vaselina (que, por cierto, existe desde 1870).