El cuidado de nuestros ancianos puede ser una tarea difícil. Después de pasar su vida cuidando de nosotros, todos queremos lo mejor para ellos. Sin embargo, a menudo nos quedamos demasiado absortos en nuestras propias vidas para recordar nuestra gratitud. Esta mujer en China no ha dejado que su propia vida la distraiga de mostrar su abuela lo mucho que la ama.
Cuando Huang Lihua era una niña y sus padres tuvieron que buscar trabajo, la enviaron a vivir con su abuela en el campo. Ahora con 24 años y dueña de un restaurante de éxito, Lihua se dedica a repagar a la mujer de 88 años.
Los días en que su abuela no se siente capaz de caminar los dos kilómetros que necesita, Lihua la ayuda a llevándola a cuestas.
En una entrevista al Daily Mail dijo: “Mi abuela fue muy amable conmigo llevandome con ella a todas partes. Ella nunca me dejó encerrada en la casa, si ella iba al mercado o visitar a los amigos o de trabajo en el campo, ella me llevaba consigo”.
A la familia de Lihua le preocupaba que su abuela no se adaptaría así a la ciudad después de tanto tiempo en el campo.
Pero como explica Lihua, “Siempre hay algo que hacer y un montón de gente con quien hablar, y ahora ella es feliz en la ciudad.”